martes, 30 de septiembre de 2008

El deseo disimula


El mundo se vuelve loco, o por fin reacciona a los estímulos que tarde o temprano tenían que llegar.

Porque nadie es de piedra. Todos sienten deseo, unos se dejan llevar, otros se reservan, otros tienen serias dificultades para ignorar y otros les pasa justo lo opuesto, son demasiado débiles o debería decir listos, como para dejar pasar ese tren que dicen que solo pasa una vez.

El ambiente está cargado de deseo, que llega a tener aspecto casi de cacería, donde todos encontramos a muchos candidatos e imaginamos el placer que nos podrán dar si damos un mínimo de señal.

Pero de nuevo vienen las restricciones, el que dirán, los principios, o la dudosa fidelidad en algunos casos, que impiden que se vea con claridad quien es la presa y quien es el depredador.

Hay ganas de comer y hay comida no necesariamente encima de la mesa ni servida en bandeja, pero el hecho de que haya es más que suficiente para que el deseo, tan maquiavélico a veces, comience a trabajar.

Trabaja por placer. Y por placer mucha gente se mueve. El deseo disimula porque precisamente ahí reside su picardía. Pero el ambiente está cargado, y gente como yo, nos damos cuenta de ello.
...Brown Sugar...

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Cuanto más consigo, más quiero


Me martiriza esta sensación de no saber bien que me pasa hoy.

Quiero sexo salvaje tan pronto como quiero dormir al lado de alguien que me bese en la frente, enrede mis cabellos y me rodee con su brazo.

¿Quiero perder el control o quiero controlar?

Es posible que los hombres cuando no saben que hacer, el 80% de su duda sea la nuestra. Dicen precisamente que si uno no se quiere los demás no te quieren. Entonces por esa regla de tres si tu no tienes claro algo, los demás tampoco. De modo que si yo no sé qué quiero que me de un hombre, el hombre no va a saber qué darme.

Es frustrante. No hay nada que hacer, las cosas o pasan o no. Si no pasan es porque no tienen que pasar. Y la verdad es que si tienes sexo con alguien y solo es sexo, quizá no pase de nuevo. Porque repetir es uno de los errores de las mujeres. Correr el riesgo a engancharse, correr el riesgo a mantener conversaciones después del sexo, correr el riesgo a querer pedirle más a ese hombre que no va a saber que darte porque ni yo misma voy a poder explicárselo.

De repente me había olvidado de lo que era el sexo, de lo que era un beso. Pero me besó. Y ahora no pasa nada. Somos amigos. Hablamos. Pero yo noto los besos y las caricias que me dió y quiero tener sexo de nuevo pero también quiero sentir algo más. Y lo más peligroso es que con ciertos hombres podría llegar a sentirlo. Y tienen nombres y apellidos.

Cuanto más consigo, más quiero. Y al mismo tiempo no se qué es eso, ni en qué medida quiero que me lo den.

Esto es una mujer hecha un lío. Es decir una mujer que trae problemas. Y eso se ve a la legua.
...Brown Sugar...

sábado, 13 de septiembre de 2008

No hay huevos


Pero los hubo.

No sé muy bien como llegó a haberlos pero ahí estaban, bien confiados.

Y sucedió lo que de alguna manera poco a poco me descubrí buscando. Y me desnudé. Y me besaste. Y te agarre del pelo. Y me tumbaste. Y el resto fue cuestión de seguir el ciclo de la vida.

Y hoy... no sé que pasa hoy. No lo tenía previsto y me cuesta improvisar.

martes, 2 de septiembre de 2008

doblemente por fin


Llevo mas de dos semanas intentando acceder, pero nada no habia forma. Hoy por fin, lo he conseguido, he vuelto!! Tengo mil cosas que contar, pero no quiero hacerlo de golpe, sólo una primera cucharadita de un pastel... que como siempre está en ello. Deciros que he recuperado la calma, si al menos conmigo misma. Llevaba tiempo queriendo estar tranquila y creo que por una vez no marchan mal las cosas, prometido volver a cogerle el ritmo al blog.


*just black*

lunes, 1 de septiembre de 2008

Buscando excusas


Ya no busco realmente a un hombre alto y fuerte, de ojos claros u oscuros. Con brazos decididos y mente inquieta. Estoy tranquila porque al menos los hay, y los tengo delante. No lo busco porque lo encuentro sin más.
Ahora busco una excusa para desatarme de la cadena que no me deja llegar hasta a tí, a pesar de que llevo los tacones puestos.
No me intimidas demasiado, ni siquiera me gustan tanto aún, simplemente necesito tiempo hasta para hacer las cosas que duran poco. No sé cómo voy a decirte o cómo voy a acercarme, no lo hago nunca, la incertidumbre me mata cada vez que me saluda.
Pero hay veces que debes dejar que tu melena se enrede, y tus pies con tacones o no, podrían no estar haciendo nada. Bien porque no pueden o bien porque no lo necesitan.
...Brown Sugar...