viernes, 12 de junio de 2009

Aparece ella y su sonrisa en el rostro

Era la única persona aburrida aquella noche. Observaba a la multitud desde cinco metros atrás, con cierta mirada analista y lamentada. Eso precisamente la convirtió en alguien intrigante para mí. Sonreía lo justo. Parecía incómoda, pero su tono era de lo más normal. Resentida o enfadada, probablemente por la atmósfera de falsa felicidad que le rodeaba. Conmigo se comportó como lo que soy, una persona nueva, una posibilidad de brillantez a su complicado mundo interior. Noté su interés con cierta moderación. Se paraba los pies porque nunca se fía de nada. Pero se despidio con un abrazo
Ya lo he vivido antes. Dijo que vendría a las 11. Como toda mujer se retrasó. Aunque ella fue mucho más radical, se retrasó cinco horas y media. Eso haría que la recordase aún más, porque justo cuando fui a dar la causa por perdida apareció. Al menos supe que tenía algo de credibilidad.
Me preguntó si saldría esta noche, pero para mentes como la mía, en realidad quiso decir si coincidiríamos de nuevo. La verdad es que no lo sabía. Estaba confundido entre su sonrisa, su cariño, sus sospechas, su mirada intrigante y sus gritos de dame otro abrazo más fuerte.
Nos besamos, la abracé, y la ví alejarse con majestuosidad. Increiblemente irresistible. Quiero volver a verla, sin duda. Quiero besarla en la boca. Quiero acostarme con ella. Quiero conocerla, besarla de nuevo y que se quede dormida a mi lado.
Eso significaría que confía en mí. De las pocas personas en las que podría confíar. Y a ella le encanta relajarse sin preocupaciones, esbozando por fin esa sincera sonrisa en el rostro.

(Talking like if I were you)

...Brown Sugar...

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