domingo, 14 de noviembre de 2010

Una vez en el tiempo


Un comienzo es una etapa que sucede una vez en el tiempo de un ciclo vital.
Un comienzo suele ser mágico, hipnotizado por el futuro incierto e idealizado y el dulce sabor del cariño y afectuosidad que se siente siempre en un principio.

Siempre me han gustado. Son mi parte favorita de las relaciones, cuando aún no corren el riesgo de deteriorarse o acostumbrarse, cuando no se pierde nada porque aún no se tiene.

Por eso creo que me encanta el género romántico, lleno de historias distintas de comienzos, de palabras impetuosas y de inercia, de espontaneidad y locura.
Tengo ganas de verte. No puedo dejar de pensar en tí. Eres increíble. Eres preciosa. Me vuelves loca. Tengo miedo. Creo que te quiero.

En los comienzos se dicen cosas que 4 meses después nunca se vuelven a repetir, y me encanta recordar las palabras de los comienzos, cuando había magia y complicidad.

A veces reconozco que me gustaría dejarlo todo y volver a tener un comienzo, y hacerlo continuadamente y tener que empezar de nuevo. Me gustaría volver a sentirme como una vez en el tiempo.

Un comienzo donde hay sorpresas y apoyo incondicional, donde hay besos jugosos, dónde el corazón parece dar vuelcos, un comienzo donde sientas que no puedes despegarte de él, que después de pensar todo el día en él, llegue ese mensaje que se traduzca en un "si, yo también".

Los comienzos son intensos y entrañables, como un cuento que se cuenta una vez en el tiempo.
Pero ¿cuánta verdad hay en un cuento?

...Brown Sugar...

1 comentario:

Blacky dijo...

Me quedo sin duda con los comienzos, reales o no, son increibles.