
Los deseos y los miedos podemos guardarlos en un
frasquito, en uno de esos pequeños, podemos intentar reducirlos y diluirlos en agua, podemos y debemos hacerlo cuando hay algo que nos dice que no debemos seguir
ingiriendo miedos y
escupiendo deseos. Decidimos hacer la
dieta de sanear la mente, el cuerpo bueno, el cuerpo no vivía mal cuando dejaba acariciarse, rozarse y quererse semana sí y semana también, el cuerpo estaba en forma. Pero el cuerpo como tal lo hemos dejado en un segundo plano para poner la mente a raya, porque
fantasear es sano,
fantasear y cumplirlo es más que eso, pero fantasear cuando sabes que no debes es muy
mala medicina. Porque en vez de curar abre, porque en vez de dar placer, quema, porque en vez de ser sugerente, divertida y diavólica poquito a poco se convierte en más dañina que beneficiosa.
Arrinconando el frasquito detras de los botes grandes, arrinconando los miedos y los deseos entre
mi espalda y la pared.
*just black*