lunes, 20 de diciembre de 2010

Mi camisa blanca


Me gusta quitarme los zapatos y que tu bajes la cremallera de mis botas con una mano. Me gusta cuando me cuentas tus cosas e ideas, y me sonries muy cerca y me acaricias. Me gusta conducir contigo al lado, con mi falda presumida, un poco más arriba de lo debido. Me gusta meterme debajo de tu edredón y que me abraces. Me gusta ver películas a medias contigo. Me gustan tus dosis de flipado.

Me gusta como desabrochas mi camisa blanca...

*blacky*

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Escribo poco


Ultimamente escribo poco, he estado echándole un vistazo al blog y han disminuido el numero de entradas considerablemente. Escribo poco porque he dejado de tener rabia contenida. Escribo poco porque he empezado a inaugurar momentos que valen la pena. Escribo poco porque tengo menos cosas que soltar, y más que disfrutar. Escribo poco porque las sonrisas se escurren por la comisura de mis labios. Escribo poco porque tengo las manos ocupadas con caricias que soltar. Escribo poco porque duermo menos. Escribo poco porque trabajo más. Escribo poco porque tengo menos necesidad de hacerlo. Escribo poco porque siento más. Escribo poco porque he cambiado convers por tacones y vaqueros por medias. Escribo poco porque viajo más.

Pero en el fondo todos son excusas...

domingo, 14 de noviembre de 2010

Una vez en el tiempo


Un comienzo es una etapa que sucede una vez en el tiempo de un ciclo vital.
Un comienzo suele ser mágico, hipnotizado por el futuro incierto e idealizado y el dulce sabor del cariño y afectuosidad que se siente siempre en un principio.

Siempre me han gustado. Son mi parte favorita de las relaciones, cuando aún no corren el riesgo de deteriorarse o acostumbrarse, cuando no se pierde nada porque aún no se tiene.

Por eso creo que me encanta el género romántico, lleno de historias distintas de comienzos, de palabras impetuosas y de inercia, de espontaneidad y locura.
Tengo ganas de verte. No puedo dejar de pensar en tí. Eres increíble. Eres preciosa. Me vuelves loca. Tengo miedo. Creo que te quiero.

En los comienzos se dicen cosas que 4 meses después nunca se vuelven a repetir, y me encanta recordar las palabras de los comienzos, cuando había magia y complicidad.

A veces reconozco que me gustaría dejarlo todo y volver a tener un comienzo, y hacerlo continuadamente y tener que empezar de nuevo. Me gustaría volver a sentirme como una vez en el tiempo.

Un comienzo donde hay sorpresas y apoyo incondicional, donde hay besos jugosos, dónde el corazón parece dar vuelcos, un comienzo donde sientas que no puedes despegarte de él, que después de pensar todo el día en él, llegue ese mensaje que se traduzca en un "si, yo también".

Los comienzos son intensos y entrañables, como un cuento que se cuenta una vez en el tiempo.
Pero ¿cuánta verdad hay en un cuento?

...Brown Sugar...

martes, 9 de noviembre de 2010

El humo


He visto una película mientras tenía frío, que me ha recordado a algo que viví.
No sé si los escalofríos provenían de la temperatura de la habitación, o del recuerdo.
En mi recuerdo, me vino a la mente un chico con el que estuve. Un chico que tenía ganas de morir. Existen dos cosas que puedes encontrar en las personas. Supongo que lo común son las ganas de vivir, pero un porcentaje minoritario puede querer lo contrario.
No es nada raro. Algunas personas han perdido el rumbo y no saben muy bien qué camino van a seguir a continuación. Sin muchas aspiraciones, o poca creencia en las mismas, el ser humano se ahoga en su propio llanto. Y ni los besos ni los abrazos pueden curarle de la enfermedad en la que él mismo se introduce cada vez más.
Las ganas de morir es una manifestación diferente de querer curarse.
La única diferencia es que no son medicinas.
Yo estuve con un chico que quería morir. Y no era mi culpa que lo desease. La única culpa es que yo no podía quitarle esa idea de la cabeza.
En una habitación gris se levantaba cada mañana y se cubría el rostro de humo, pensando en el daño que hacía si moría, y en el daño que le hacía seguir vivo.
El amor podría haberle salvado, o quizá nunca pensó volver a amar. Nunca pensó qué estaría yo haciendo sin garantías de despertarme al calor de su cuerpo una mañana después.
La desconfianza en su futuro era el reflejo de la desconfianza en su vida.
Y decidió irse, tras una cortina de humo, esperando que el tabaco le matase algún día.

...Brown Sugar...

Imagen: Marcelo Aurelio

viernes, 15 de octubre de 2010

El sonido mudo del grito


Suena un saxo bajo con rabia y furia, unas teclas apresuradas recorren un camino saltando obstaculos de cuerdas de guitarra, y alguien grita NO NO LA LA UO UO UO, con suficiente fuerza para estallar el tímpano.

Nadie escucha. La canción pide permiso y nadie escucha. El amor pide permiso y nadie escucha. Can I love both of your hands? - pregunta.
Cada vez más fuerte.
Impasible.
Puedo amar ambas manos?
PUEDO O NO.

No, no, no... no, no... uo uo uo...
Y la voz se pierde sin aliento a un fondo oscuro de aullidos y sufrimiento.

Y nunca se supo si la canción comenzó de nuevo, o se perdió, por no ser bien escuchada. Como un saxo perdido entre la gente y sus lamentos ruidosos.

...Brown Sugar...
(Inspirada en la canción "Go Away" de Guillemots:


lunes, 11 de octubre de 2010

Estás de no

Si, así es hay veces que estás de no. Un no incomprensible, un no incómodo y molesto. Un no vomitivo, un no de pegarte un corte. Porque cuando estás de si es perfecto, cuando estás de si me endulzas, me trasladas, me elevas. Cuando estás de si las copas saben diferente, y tus sábanas abrazan mucho mejor. Cuando estás de si tus labios no dejan de llamarme, ni de besarme, ni de morderme. Pero cuando el no entra en tu mente y la colapsa, te entra una narcolepsia rara, un momento de sueño infinito, una barrera infranqueable. Cuando estás de no olvidas mi nombre, mis curvas, olvidas el recorrido que tus manos se saben al dedillo, borras mi ruta y pierdes el mapa, y yo pierdo el norte.

blacky

domingo, 10 de octubre de 2010

Voy a discutir

Mi cabeza no para de ejercer presión dándome punzadas y cortándome la respiración.
Las lágrimas se derraman por unas mejillas manchadas de colorete borrado.
Quisiera tener más paciencia, y más criterio de selección, sobre lo que debe afectarme y lo que no.
Pero las sábanas me traicionan y fomentan mi pena nocturna, en un arranque de arrepentimiento y de dudas, que nadie sabe de dónde vienen.
Estoy cansada de temer sus dudas.
Estoy cansada de llorar las de los demás.
Solo quiero acostarme y poder dormir en paz.
Voy a discutir con la almohada y quiero saber si mañana podré seguir siendo su amiga, o debo alejarme sin más, como ya hice otras veces, en noches empañadas.
...Brown Sugar...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Las teclas lentas

Tardé unos minutos en apretar las teclas. Tenía dudas con respecto a todo. No sabía muy bien cual sería el siguiente paso. Nunca he estado en una situación parecida. Fui alejándome de la realidad, fui abandonando los lugares que un día ocupé. Lo había pasado bien, pero también mal. A partes iguales. Lo bueno hizo que lo malo fuera después muy malo. Tardé unos minutos en decir un adiós, porque era una decisión importante, con la cual después me quedaría sola, con mis secuelas recordándome que nada de él me convenía. Supe por fin lo que buscaba en un hombre. Seguridad. Ni siquiera voy a pedir amor a alguien que aún no me conoce. Yo solo quiero alguna garantía, de que estoy mejor acompañada que sola. Y esas teclas me costaron lágrimas, pero más me costaban las mentiras disfrazadas de amor y distancias sin superar.
Y pensé, despedirse así es la mayor mierda que podría hacer en mi vida entonces, pero fue lo más grande, visto a día de hoy.

...Brown Sugar...

lunes, 19 de abril de 2010

Nunca has sido

Si, te digo que me faltó tu mano, me faltaro tus abrazos, me faltaste y conseguiste hacerme perder los nervios y reducir la confianza al mínimo y reducirme. Me jodió, me jodió que consiguieras hacerme sentir tan mal como lo hiciste y que las pinceladas de miedo pintaran mi rostro y se alojaran debajo de mi piel. Me dolió que no fueras capaz de sentir algo más por lo que me estaba pasando, y a ti indirectamente y solo conseguiste que añorara algo que no tenía, algo que no eras, algo que nunca has sido aunque comenzaras con buen pie.

Conseguiste que dejara de quererme, que me sintiera la mujer más rastrera del lugar, la que se acostaba contigo en una cama distinta cada vez. Pero recupere la calma, y la confianza en mi, y las ganas de taconear delante de ti y a tu lado marcando mi propio ritmo.

viernes, 16 de abril de 2010

Hacer el idiota

Ayer pensé en la cantidad de hombres que me han hecho perder el tiempo.
En la cantidad de idiotas que había repartidos por el mundo.
En la cantidad de tiempo invertido en hacer el idiota.
En los recuerdos de mierda que bien podrían haberse reservado para tomar una cocacola sin que llevara implícito el hacer el idiota en algún segundo o minuto del momento.

Verdaderamente creo que algunas veces me han tomado por tonta. Como si jugar a los títeres hubiera sido alguna vez mi afición.
Me juro muchas veces no permitirlo más, porque en mi recuerdo, la imagen que tengo de mí se degrada y se rebaja a un nivel que casi me da vergüenza describirlo.

Una inmensa mayoría de idiotas me han rodeado en la vida, y yo me he dejado llevar por ellos, en la búsqueda desesperada de tener algo que hacer con alguien. A medida que crecí sustituí eso por juguetes femeninos, que superaban mucho las expectativas.

Por mucho que me digan que no es lo mismo que un hombre, al menos no tengo que aguantar las tonterías, ni escuchar falsas palabras que pierden su sentido cuando se dicen al viento y a la luna.
Al menos no tengo que preocuparme de si hoy me ha llamado, hoy me ha mirado u hoy me escribe en alguna de las infinitas redes sociales en la que tenemos la desgracia de coincidir.
Al menos no tengo que ser víctima de mamoneos estúpidos, y engaños furtivos, donde cumples el tópico de la niña tonta encariñada que pone esperanzas en gente que nunca ha valido una mierda.

No sé si sigo distinguiendo eso de la realidad, no sé si me sigo equivocando y perdiendo el tiempo, pero sí sé que la niña tonta se fue de viaje y allí se quedó.
Haciendo el idiota, que es lo que más le gusta hacer.
...Brown Sugar...

martes, 16 de marzo de 2010

Endulzando

Brown Sugar nunca fue realmente sugar. En sus comienzos su dulzura la tapaban las convencionalidades, las malas influencias y los miedos repentinos de si todo lo que ocurre es auténtico o esconde oscuros secretos.

Hoy en día ni es la mejor persona del mundo ni la peor. Se ha vuelto cariñosa. Se ha abierto a su sexualidad, no le importa reconocer sus debilidades, le gusta hablar de sexo y le gusta que todo lo envuelva la ternura siempre y cuando se acompañe de una buena banda sonora.

Brown Sugar quería pasárselo bien hasta que en ocasiones quería enamorarse. Quizá es muy fuerte decir esto. No estoy segura de que sepa lo que es exactamente.

Se enamoró del mejor animo de su pareja, y desde entonces se cuidó mucho de sentir algo por alguien. Tampoco se forzaba. Se dejaba querer. Sacaba sus vicios y sus divertimentos y los ponía en una bandeja, la del elegido, que se sumía en ella y aceptaba las condiciones.

Luego ella cambió. Al fin y al cabo a todo azúcar le gusta su café. Y ella es de las que se ponen 3 cucharadas.

En poco tiempo se convirtio en una empalagosa divertida. Con un punto de los restos de los orígenes, de pasárselo bien.

Le hicieron daño pocas veces, porque siempre mantuvo la correcta actitud. Sin miedo. Sin amargura.

Y cuando algo daba señales de tal amargura, le añadía su azúcar.

Su azúcar moreno.

lunes, 8 de marzo de 2010

Boys just wanna have funk



No se vosotras pero yo con la música me comporto de otra manera. Algo hay dentro de mi que me hace fijarme más de lo debido en ciertos detalles que encienden mis deseos. Miradas que se cruzan bajo el foco, movimientos que te indican las instrucciones a seguir, movimientos que te atraen como un imán.

Siento que el funk hace el efecto de un juez cuando da la salida o del conejo cuando el galgo tiene que correr tras el. De hecho, el galgo hay veces que llega hasta el conejo. Pero no todo es llegar sino el camino y en esto me centro ultimamente. Me encanta jugármela, estar en el aire y apurar al máximo porque el miedo en mi interior se convierte en adrenalina y esa, amigas y amigos, es la droga más adictiva que existe.

En la próxima dosis me dedicaré a disfrutar de la carrera a base de ritmos de James Brown, de Barry White y de Marvin Gaye, Earth, Wind and Fire, Boney M, The Supremes, Aretha Frankling... Solo escribirlo me pone.

-.Groove Boy.-

martes, 2 de marzo de 2010

Unos centímetros

No es un número redondo.
Ni se puede medir en sí mismo.
Los centímetros siempre me alejan de lo que quiero hacer.
No tengo patrón.
Ni tengo con qué medirlo.
Me muevo por las sensaciones y las imágenes desenfocadas.
La percepción de un futuro, que es predecible porque así lo deseo.
Nunca fui de números.
A veces ni siquiera me salen las palabras.
Pero los centímetros,
diez u once,
me separan en letra o en número.
Esta vez no me escondo en vidas paralelas,
simplemente porque
no tengo con qué trazarlas.
Además me quedaría a la mitad.
Mis sentimientos nunca terminan.

...Brown Sugar...

Mi yo virtual


Me reflejo en un espejo y no sé que hago aquí ni quien soy. Me reflejo en tu piel transparente, y en tu mirada perdida que sólo se aviva cuando me tiene entre tus manos. Me reflejo en un espejo diferente de un lugar distinto. Me reflejo en tus brazos huesudos y en tu media sonrisa atemorizada por mis palabras.

Me reflejo en el mismo espejo día tras día y en cada momento soy distinta, muto, cambio, me altero. Tu no estás en mi reflejo ni cuando me tienes abrazada, catapultando mi cuerpo, no estás, porque sólo en tu imaginación vive mi yo virtual. El yo que se acuesta contigo y se despierta cuando no tienes más sueño. El yo que viaja a una playa y se tumba sobre ti encima de la arena, ardiendo ambas. El yo que abrazas y echas de menos cuando te sientas en una butaca de un cine cualquiera.

Pero recuerda, lo virtual muere, mi yo se queda.

Blacky

domingo, 28 de febrero de 2010

Una mirada seria

Me preguntaste por qué mi mirada era seria.
Aquella noche me perdí más que nunca en tus besos.
Me sabían especialmente irresistibles.
Y cuando disfruto tiendo a la mirada sobria. Eso si no cierro los ojos.
Para sentir mejor los besos, que me llegan como bocanadas de aire fresco.
Me abrazan el alma, y se quedan amarrados por dentro.
Cuando llego a casa, el día ha pasado tan rápido que no puedo esperar para volver a besarte.
Y mi mirada te observa seria mientras los labios disfrutan.
Evalua lo que tiene delante.
Y se asombra porque jamás imaginó, tomarte tan en serio.

...Brown Sugar...

lunes, 22 de febrero de 2010

how you remind me?


Me gustó oir tu voz antes de verte y leerte antes de saber si sería capaz de reconocer tus ojos. Me gustó que me besaras timidamente en la mejilla cuando te traje el vaso desde la otra punta de la barra.

Me gustó como cambiabas de marchas con la mano contraria para no soltar la mia. Como lo hacias porque si, sin haber recibido ni un beso antes. Como tarareábamos las misma canción y soltabamos a coro que How you remind me? era mucho mejor que la anterior.

Como dábamos vueltas sin cesar buscando aparcamiento y me abrazabas para no quedarte helado acariciandome la cabeza.

Me gustó que me acercaras a ti mientras esperábamos en la calle sobre una limusina blanca.

Me gustó tu olor, y tus besos pausados, también la forma de escabullirnos y bailar a nuestra bola entre la gente, gente que podia ser de cualquier lugar y música que en ese momento daba igual, eran una excusa para respirarnos mas cerca...

Me gustaste...

*Just black*

Cerca

Me gusta tumbarme junto a él dándole la espalda.
Su cuerpo reacciona automáticamente, adoptando mi postura.
Como si de un molde se tratase.
Me gusta esa postura porque pasa su brazo por encima y me cubre.
Puede cogerme la mano, puede acariciarme los senos y puede tropezar en mis muslos.
Me gusta sentir su respiración en la espalda.
Si se aferra a mí puedo oír sus susurros, puede rozarme el pelo, besar mi cuello y mis hombros.
Cuando le doy la espalda simplemente le reclamo.
Busco sus piernas con las mías.
Asomo mi trasero, de la manera más dulce, para que se apriete aún más a mí.
Me gusta mucho darle la espalda, porque sin verle, le siento cerca.

...Brown Sugar...

jueves, 18 de febrero de 2010

Los besos de otra


Me robó los besos.
Pisoteó mi iniciativa y me lanzó entre las sombras.
Me dejó los besos en el aire, que me rodeaban irónicos, soltando risotadas en bajo.
No pude reaccionar sin humedad en los ojos.
Una nube cargada en mi tabique nasal.
La humillación cayéndome desde la espalda.
Y la sensación de un hombre aleatorio.
Un hombre de tómbola.
Un hombre subastado.
Su precio, su único precio, era la inmediatez.
Me multan por lenta.
Pero la decepción no es por mí. La indignación no es por la morena de carmín violeta.
Es porque otra vez, perdí mi tiempo, con un vendido, por tres besos públicos muy cerdos.
Qué poco caché, qué poca exigencia, qué decepción cuando la conformidad llega en segundos.
Y tu, con madre y abuela, lo especial que decían que eras, y ahí estás.
Sola.
Y subiendo el listón.
Y nadie con escalera.

...Brown Sugar...

sábado, 13 de febrero de 2010

Su silencio

Me encaramé de sus piernas a su hombro. Aquella mujer asustaba con su silencio, con su extrema ternura. No decía nada que no dijeran sus ojos húmedos, con el brillo del amor reflejado por la poca luz que se escapa por debajo de la persiana. "Agárrate fuerte a mí" - me decía. "No me sueltes".
Esta vez no. Conseguí escapar de sus miradas durante unos días, evitar mirarle fijamente cuando me cuestionaba si esta vez me quedaría. Si no era capaz de amarle esta vez, nunca volvería a intentarlo.
El daño es más fuerte de lo que es ella. Quise por fin decirle la verdad, que me daba miedo el amor, cuando enfermo de cancer, la dejaría escapar de nuevo, está vez, para siempre.
Así que me quedé callado, la besé, y cuando ella me miró, buscando alguna respuesta, yo respondí fundiéndome con su silencio.
Esta vez el último recuerdo, será el placer del silencio, en una calurosa noche como hoy.

...Brown Sugar...

miércoles, 10 de febrero de 2010

Envido a la chica


¿Por qué es tan dificil acceder? Porque es dificil llevarse bien, con fluidez, con continuidad, es imposible. Es un equilibrio inalcanzable, es como un universo paralelo, las cosas fluyen por un lado y tu y yo por otro, como cometas desorbitados. Pero cuando intento juntarlas es inalcanzable. Jugamos al ratón y al gato, juego mis cartas abiertamente, te cuento, te enseño, me muestro accesible, pero da igual, porque tu ni siquiera prestas atención a mis jugadas ni te interesa si jugamos a lo mismo. Tu vas de un palo y yo de otro.

Pero cuando accedemos es diferente, eres capaz de jugar, de enseñarme tus cartas y sucumbir a mis movimientos. Te gusta hacerme creer que te quedarás un rato, aunque realmente visiones desde lejos la partida sin querer sentarte a la mesa a jugar. Yo he sido aprendiz, he aprendido a anteponerme a tus jugadas, a jugar, a ganar, a echar un órdago y perder, a esconderme un as en la manga que nunca saqué. He sido aprendiz que juega, o más bien soy cupier, reparto las cartas a los que jugarán delante de nosotros, porque ambos miraremos por encima de las cartas, yo mientras barajeo las mias y tu mientras desde una mesa cercana, con luz tenue y un cigarrillo entre tus dedos me miras de reojo, observas mis movimientos, repasas la partida, pero te quedas sentado, jugando al ratón y al gato.

*Just black*

jueves, 4 de febrero de 2010

Tuvimos, sólo tuvimos


Decir no es siempre una opción aunque a veces la contemplemos menos. Decir no a veces duele y otras libera. La otra noche tuve que decir no, lo hice porque me salió de dentro, porque era más fácil y placentero decir si, pero si mis labios hubieran pronunciado su antónimo no hubiera sido yo misma. Hay gente que dice si cuando quiere decir no, y gente que dice no cuando por dentro se muere por asentir.

Parecen monosílabos simples, pero pueden cambiar el curso de los acontecimientos radicalmente. Dije no porque tu olor ya no olía a lo mismo, ni tus manos cubrían las mias, dije no porque tu mirada nunca volverá a penetrarme, ni tus besos son mis besos. Dije no porque tuvimos nuestro tiempo, tuvimos nuestro momento, nuestras noches tirados en ciudad universitaria, nuestros inicios. Pero también tuvimos nuestros desencuentros, nuestras peleas en medio de Madriz a altas horas de la noche y en medio de otra ciudad, a las mismas tantas de la mañana.

Pero mis ganas no salieron el otro día, no salieron de dentro, ni mis labios besaron aunque se dejaran besar, se quedaron calentitos dentro del edredón, sin asomar ni medio pie por debajo de la manta. Mis manos se escondieron en los bolsillos aunque tu me pidieras que las guardara dentro de los tuyos. Mis pasos caminaban con decisión y tu mirada no dejaba de gritarme lo que quería, y yo sólo podía correr tranquila en otra dirección. Nosotros tuvimos, y sólo tuvimos.

*Just black*

miércoles, 3 de febrero de 2010

Nítidas sombras


Nunca me he dejado difuminar. Que definan exactamente dónde están mis sombras. Que elijan la textura de mi piel. Que me retiren el pelo, que definan las curvas de mi perfil.

Lo sé. Tengo miedo.

Creo que fui fiel dos veces, las dos veces que me comprometí. Después dibujaba yo, yo contaba mis historias, yo les definía el pelo, les encondía las manos.

Para que no gesticulasen.

Durante un tiempo pensé que no conocería a nadie más.

No por melodrama. Si no porque mi exigencia me estaba matando.

Me fui a vivir experiencias, dejar los problemas apartados, los dibujos sin acabar. Me fui a seducir, a sacar mi parte menos controlada, mi naturalidad, mi fogosidad. El frío me volvió caliente. Cambié lo que estaba mal. A mis virtudes les sumé mi desverguenza, mi atrevimiento y tiré los nudos de mi garganta.

Después, me choqué con alguien.

A quien no miré a los ojos al principio. Pero usé mi atrevimiento, mis cartas sobre la mesa, como montada en un barco pequeño, sin ancla y sin remos.

Así navegaba sin rumbo. Hasta que divisé tierra.

Esta vez tuve la curiosidad de mirarle a los ojos.

Y quise decirle te quiero.

...Brown Sugar...

lunes, 1 de febrero de 2010

miedo



Porque el miedo es eso imperceptible que nadie puede palpar ni controlar, porque el miedo a veces se apodera de nosotros cuando menos lo esperamos, porque temer no es igual que amar, aunque las dos cosas duelan.

*Just Black*

sábado, 30 de enero de 2010

Un reloj de azúcar moreno

Nada nos va a frenar.
Mi pelo al viento en el paso de cebra huele a tí.
No me obsesiona el tiempo. El que estoy contigo y el que no.
La carretera y su carraspera intentan dialogar conmigo.
Conmigo, que apenas oigo más que la melodía que tararea mi cabeza, para salir de este mundo por 30 segundos.
No importa lo que acabe mientras siempre haya algo que empieze, y no importa la espera mientras sea dulce.
Yo cuento los segundos con los latidos de vida y un reloj de azúcar moreno.

...Brown Sugar...

miércoles, 27 de enero de 2010

Entre mi espalda y la pared


Los deseos y los miedos podemos guardarlos en un frasquito, en uno de esos pequeños, podemos intentar reducirlos y diluirlos en agua, podemos y debemos hacerlo cuando hay algo que nos dice que no debemos seguir ingiriendo miedos y escupiendo deseos. Decidimos hacer la dieta de sanear la mente, el cuerpo bueno, el cuerpo no vivía mal cuando dejaba acariciarse, rozarse y quererse semana sí y semana también, el cuerpo estaba en forma. Pero el cuerpo como tal lo hemos dejado en un segundo plano para poner la mente a raya, porque fantasear es sano, fantasear y cumplirlo es más que eso, pero fantasear cuando sabes que no debes es muy mala medicina. Porque en vez de curar abre, porque en vez de dar placer, quema, porque en vez de ser sugerente, divertida y diavólica poquito a poco se convierte en más dañina que beneficiosa.

Arrinconando el frasquito detras de los botes grandes, arrinconando los miedos y los deseos entre mi espalda y la pared.

*just black*

lunes, 25 de enero de 2010

Make me Crazy

Entre luces y sombras no pude dejar de besarle. Y cuando no le besaba, su respiración inquietaba mis pálpitos. Qué tiene ese chico que parece normal y me trastorna la cabeza. Qué tiene que me calma y me ataca de repente.
Soñé ayer con su mirada lejana. Entre el suelo y mis ojos. En un bar con gente cruzándose. Y me volví loca. Hasta que desperté con sus susurros en mi pelo, y sus manos entre mis piernas.
Y me volví loca. De nuevo.

miércoles, 20 de enero de 2010

déjate llevar


Ayer leí un relato que me hizo imaginar varias cosas, una de ellas, mi fantasia. El relato en cuestión era sobre la sesión de fotos de una modelo, un tema aparentemente normal, sin más juego que luces, cámara y acción. Pero nada más desvestirse el fotógrafo le pedía ciertas cosas, sexys a más no poder, sin rozar a la chica. Simplemente con la imaginación de ella, y los susurros y peticiones del creador.

Entonces caí en el plató, en el juego de luces, en el fondo de aquella pared, y en la chica, y por un instante me hubiera encantado ser la protagonista.

En plan... "déjate llevar..."

*Just Black*

Hay quien no puede ir


Entiendo que necesita cariño, o engañarse con otro amor más irreal o simplemente soltar la mierda que tiene encima. Los hombres también sufren al fin y al cabo. A los hombres también les rompen el corazón, y se vuelven vulnerables y susceptibles ante cualquier estímulo. Lloras, con lágrimas atascadas en la barba, disimuladas por manos gigantes alrededor de la cara. No puedo hacer mucho por él. Sufre. Llora. Se violenta. Se enfada. Se ríe sin ningún sentido.
Merecería ser amado, que alguien se tirase encima de él después de ponerse los pantalones por la mañana al despertar, se merecería las buenas noches más dulces, se merecería que le acariciasen el pelo, que le llenasen de besos y mordiscos inocentes en la tez.

Su dolor le impedirá disfrutar de todo eso.

Porque no está de humor, en realidad se engaña a sí mismo hasta que pueda realmente importarle que los besos que recibe son la respuesta de los que da él.

Cuando es de verdad, el contrario se siente empujado por cuidar al que tiene delante. Pero cuando un clavo se cae el agujero es grande y hay que clavarlo en otro sitio.

Y no aquí.

...Brown Sugar...


lunes, 18 de enero de 2010

Corramos un tupido velo

El hombre tiende a precipitarse al vacío, como si dejar el cuerpo a la suerte del viento les relajase y fuese motivo para estar tranquilos. Sin pensar, ese sobreesfuerzo que nadie quiere hacer. Arriesgando y echando toda la carne en el asador sin que la parrilla esté realmente caliente.
¿Tiene algún sentido embarcarse sin garantías de que no hay agujeros que hundan el barco?
A veces sí. Otras no.
Yo no puede reaccionar ni mal ni bien. Pero evidentemente sé que a veces el hilo de mi conversación no se entiende. O me explico mal. O la gente entiende lo que quiere.
Y los hombres son como Peter Pan, corriendo detrás de su sombra. Huyendo de Nunca Jamás sin saber como es el Nuevo Mundo.
La próxima vez corramos un tupido velo y cosamos la sombra con doble puntada, para asegurar que no vuelve a escaparse.

...Brown Sugar...

viernes, 15 de enero de 2010

¿Por qué no?


¿Y qué te voy a decir, que no? pues sí, claro que me apetecía. Se me pasó por la cabeza varias veces mientras los marcianos verdes se hacían con el pobre astronauta. Lo pensé, mi cabecita no dejaba de darle vueltas y tu mano no dejaba de buscarme...

Pasamos por delante de la puerta, vimos ambos símbolos, ambos los miramos, no nos cuadraba demasiado que de repente hubieran aparecido tantos baños de la nada, sé que tú también lo pensaste, pero no quise liarla, aunque realmente habría atravesado esa puerta, con todo lo que conllevaba atravesarla, ¿por qué?

La respuesta es fácil ¿por qué no?...

*just black*

viernes, 8 de enero de 2010

Lean on me

A lo mejor no le interesaba lo que le dí a escuchar. Pero llamó. Supongo que con todas las consecuencias. Y me quedé perpleja. Por primera vez no fui yo. No hubo titulares demasiado sensacionalistas, simplemente percibió mi estado de ánimo, y le importó un mínimo.
Mi piedra emocional se tambaleó. No está acostumbrada a estos movimientos. Cuando una calla y habla el otro. Y entonces una atmósfera lo envuelve todo y te dice por primera vez:
Atiende

...Brown Sugar...