domingo, 28 de febrero de 2010

Una mirada seria

Me preguntaste por qué mi mirada era seria.
Aquella noche me perdí más que nunca en tus besos.
Me sabían especialmente irresistibles.
Y cuando disfruto tiendo a la mirada sobria. Eso si no cierro los ojos.
Para sentir mejor los besos, que me llegan como bocanadas de aire fresco.
Me abrazan el alma, y se quedan amarrados por dentro.
Cuando llego a casa, el día ha pasado tan rápido que no puedo esperar para volver a besarte.
Y mi mirada te observa seria mientras los labios disfrutan.
Evalua lo que tiene delante.
Y se asombra porque jamás imaginó, tomarte tan en serio.

...Brown Sugar...

lunes, 22 de febrero de 2010

how you remind me?


Me gustó oir tu voz antes de verte y leerte antes de saber si sería capaz de reconocer tus ojos. Me gustó que me besaras timidamente en la mejilla cuando te traje el vaso desde la otra punta de la barra.

Me gustó como cambiabas de marchas con la mano contraria para no soltar la mia. Como lo hacias porque si, sin haber recibido ni un beso antes. Como tarareábamos las misma canción y soltabamos a coro que How you remind me? era mucho mejor que la anterior.

Como dábamos vueltas sin cesar buscando aparcamiento y me abrazabas para no quedarte helado acariciandome la cabeza.

Me gustó que me acercaras a ti mientras esperábamos en la calle sobre una limusina blanca.

Me gustó tu olor, y tus besos pausados, también la forma de escabullirnos y bailar a nuestra bola entre la gente, gente que podia ser de cualquier lugar y música que en ese momento daba igual, eran una excusa para respirarnos mas cerca...

Me gustaste...

*Just black*

Cerca

Me gusta tumbarme junto a él dándole la espalda.
Su cuerpo reacciona automáticamente, adoptando mi postura.
Como si de un molde se tratase.
Me gusta esa postura porque pasa su brazo por encima y me cubre.
Puede cogerme la mano, puede acariciarme los senos y puede tropezar en mis muslos.
Me gusta sentir su respiración en la espalda.
Si se aferra a mí puedo oír sus susurros, puede rozarme el pelo, besar mi cuello y mis hombros.
Cuando le doy la espalda simplemente le reclamo.
Busco sus piernas con las mías.
Asomo mi trasero, de la manera más dulce, para que se apriete aún más a mí.
Me gusta mucho darle la espalda, porque sin verle, le siento cerca.

...Brown Sugar...

jueves, 18 de febrero de 2010

Los besos de otra


Me robó los besos.
Pisoteó mi iniciativa y me lanzó entre las sombras.
Me dejó los besos en el aire, que me rodeaban irónicos, soltando risotadas en bajo.
No pude reaccionar sin humedad en los ojos.
Una nube cargada en mi tabique nasal.
La humillación cayéndome desde la espalda.
Y la sensación de un hombre aleatorio.
Un hombre de tómbola.
Un hombre subastado.
Su precio, su único precio, era la inmediatez.
Me multan por lenta.
Pero la decepción no es por mí. La indignación no es por la morena de carmín violeta.
Es porque otra vez, perdí mi tiempo, con un vendido, por tres besos públicos muy cerdos.
Qué poco caché, qué poca exigencia, qué decepción cuando la conformidad llega en segundos.
Y tu, con madre y abuela, lo especial que decían que eras, y ahí estás.
Sola.
Y subiendo el listón.
Y nadie con escalera.

...Brown Sugar...

sábado, 13 de febrero de 2010

Su silencio

Me encaramé de sus piernas a su hombro. Aquella mujer asustaba con su silencio, con su extrema ternura. No decía nada que no dijeran sus ojos húmedos, con el brillo del amor reflejado por la poca luz que se escapa por debajo de la persiana. "Agárrate fuerte a mí" - me decía. "No me sueltes".
Esta vez no. Conseguí escapar de sus miradas durante unos días, evitar mirarle fijamente cuando me cuestionaba si esta vez me quedaría. Si no era capaz de amarle esta vez, nunca volvería a intentarlo.
El daño es más fuerte de lo que es ella. Quise por fin decirle la verdad, que me daba miedo el amor, cuando enfermo de cancer, la dejaría escapar de nuevo, está vez, para siempre.
Así que me quedé callado, la besé, y cuando ella me miró, buscando alguna respuesta, yo respondí fundiéndome con su silencio.
Esta vez el último recuerdo, será el placer del silencio, en una calurosa noche como hoy.

...Brown Sugar...

miércoles, 10 de febrero de 2010

Envido a la chica


¿Por qué es tan dificil acceder? Porque es dificil llevarse bien, con fluidez, con continuidad, es imposible. Es un equilibrio inalcanzable, es como un universo paralelo, las cosas fluyen por un lado y tu y yo por otro, como cometas desorbitados. Pero cuando intento juntarlas es inalcanzable. Jugamos al ratón y al gato, juego mis cartas abiertamente, te cuento, te enseño, me muestro accesible, pero da igual, porque tu ni siquiera prestas atención a mis jugadas ni te interesa si jugamos a lo mismo. Tu vas de un palo y yo de otro.

Pero cuando accedemos es diferente, eres capaz de jugar, de enseñarme tus cartas y sucumbir a mis movimientos. Te gusta hacerme creer que te quedarás un rato, aunque realmente visiones desde lejos la partida sin querer sentarte a la mesa a jugar. Yo he sido aprendiz, he aprendido a anteponerme a tus jugadas, a jugar, a ganar, a echar un órdago y perder, a esconderme un as en la manga que nunca saqué. He sido aprendiz que juega, o más bien soy cupier, reparto las cartas a los que jugarán delante de nosotros, porque ambos miraremos por encima de las cartas, yo mientras barajeo las mias y tu mientras desde una mesa cercana, con luz tenue y un cigarrillo entre tus dedos me miras de reojo, observas mis movimientos, repasas la partida, pero te quedas sentado, jugando al ratón y al gato.

*Just black*

jueves, 4 de febrero de 2010

Tuvimos, sólo tuvimos


Decir no es siempre una opción aunque a veces la contemplemos menos. Decir no a veces duele y otras libera. La otra noche tuve que decir no, lo hice porque me salió de dentro, porque era más fácil y placentero decir si, pero si mis labios hubieran pronunciado su antónimo no hubiera sido yo misma. Hay gente que dice si cuando quiere decir no, y gente que dice no cuando por dentro se muere por asentir.

Parecen monosílabos simples, pero pueden cambiar el curso de los acontecimientos radicalmente. Dije no porque tu olor ya no olía a lo mismo, ni tus manos cubrían las mias, dije no porque tu mirada nunca volverá a penetrarme, ni tus besos son mis besos. Dije no porque tuvimos nuestro tiempo, tuvimos nuestro momento, nuestras noches tirados en ciudad universitaria, nuestros inicios. Pero también tuvimos nuestros desencuentros, nuestras peleas en medio de Madriz a altas horas de la noche y en medio de otra ciudad, a las mismas tantas de la mañana.

Pero mis ganas no salieron el otro día, no salieron de dentro, ni mis labios besaron aunque se dejaran besar, se quedaron calentitos dentro del edredón, sin asomar ni medio pie por debajo de la manta. Mis manos se escondieron en los bolsillos aunque tu me pidieras que las guardara dentro de los tuyos. Mis pasos caminaban con decisión y tu mirada no dejaba de gritarme lo que quería, y yo sólo podía correr tranquila en otra dirección. Nosotros tuvimos, y sólo tuvimos.

*Just black*

miércoles, 3 de febrero de 2010

Nítidas sombras


Nunca me he dejado difuminar. Que definan exactamente dónde están mis sombras. Que elijan la textura de mi piel. Que me retiren el pelo, que definan las curvas de mi perfil.

Lo sé. Tengo miedo.

Creo que fui fiel dos veces, las dos veces que me comprometí. Después dibujaba yo, yo contaba mis historias, yo les definía el pelo, les encondía las manos.

Para que no gesticulasen.

Durante un tiempo pensé que no conocería a nadie más.

No por melodrama. Si no porque mi exigencia me estaba matando.

Me fui a vivir experiencias, dejar los problemas apartados, los dibujos sin acabar. Me fui a seducir, a sacar mi parte menos controlada, mi naturalidad, mi fogosidad. El frío me volvió caliente. Cambié lo que estaba mal. A mis virtudes les sumé mi desverguenza, mi atrevimiento y tiré los nudos de mi garganta.

Después, me choqué con alguien.

A quien no miré a los ojos al principio. Pero usé mi atrevimiento, mis cartas sobre la mesa, como montada en un barco pequeño, sin ancla y sin remos.

Así navegaba sin rumbo. Hasta que divisé tierra.

Esta vez tuve la curiosidad de mirarle a los ojos.

Y quise decirle te quiero.

...Brown Sugar...

lunes, 1 de febrero de 2010

miedo



Porque el miedo es eso imperceptible que nadie puede palpar ni controlar, porque el miedo a veces se apodera de nosotros cuando menos lo esperamos, porque temer no es igual que amar, aunque las dos cosas duelan.

*Just Black*