martes, 30 de diciembre de 2008

Cómo no, tú otra vez


Ese día, o sea hoy, mis pensamientos estaban muy lejos de tí. No eras lo último en lo que pensaría ese día, sino que sencillamente tú no serías nada que fuera a pasar por mi mente, ni ese ni ningún día mientras no te mirase a la cara.

Llamaste. Ni siquiera mi móvil quiso reconocerte. Mi mente no recordó tu combinación de números, que el día que los anoté me pareció tan especial. Mi móvil no te tenía como contacto conocido. Por que así es realmente. No nos conocemos.

Tu nombre, cuando me lo dijiste, tan común, tan numeroso. Tu voz irreconocible porque sólo la escuché un par de veces. Y sin creerlo demasiado terminé pensando en la posibilidad de que fueras tú. Con entusiasmo y con tristeza por mi perplejidad. Por dudar que llamarías. Por dudar de tí. Por sentirme tan insegura y vulnerable cuando se trataba de tí.

Parece que a pesar de pensar constantemente en tí, desearía no verte, no tener que reprimirme, no tener que respetar tu espacio, porque me vuelvo loca.

Si no te viera, no tendría que arrepentirme de querer decirte algo y no encontrar el valor y la excusa que me lleve a decirlo.

Si volvieses a desaparecer de nuevo, como ya has hecho dos veces, la tercera sería la vencida, y podría terminar todo de una vez, o arrepentirme para siempre.

Ambas me parecen desagradables, asi que, qué puedo hacer...



...Brown Sugar...

viernes, 26 de diciembre de 2008

Solo despiertan para justificarse


Ni siquiera un hombre que pasa completamente de tí, deja de justificarse. Una vez que uno hace algo mal tiene esa necesidad de pedir perdon, de justificarse, de aclarar que no es tan malo.

Pasan. Te dejan tirada. Te pierden. Y luego, te dan ese toque de atencion, aprietan ese boton que sabe donde les llevará, llaman, te mandan mensajes, te miran con esa cara que sabes que va a funcionar contigo, porque no dejas de estar colada por ellos.

En el fondo querrías matarlos, dejarles con las ganas, querrías no mirarles antes de girar aquella esquina, querrías poder decirles que te dejen en paz, que no te miren, que no te lancen indirectas, que no te toquen, que no se pongan esa colonia que te hace perder la cabeza.

Que no. Que no. Y más que no.

Pero la carne es débil como dicen por ahí. Además ellos no es que fueran unos cabrones, no son malas personas, son idiotas personas. A veces es que no se enteran de lo que han hecho.

Te tienen ahí delante, mirando incrédula, esperando, amándoles, deseándoles, debatiéndote entre besarles o llevar sus manos a tu cintura, agarrarles fuertemente del cabello y decirles que despierten.

Y aún así, siempre querrán más que tu sola. Te querrán a tí. Y a cuatro más.

Y te mandaran mensajes que justifiquen sus errores, y que te mantengan disponible, dispuesta, alerta, atenta, mientras que tú un día te levantas cansada y sin ganas de recuperar nada.

Y eso , incluso cuando quieres recuperarlo pero tu cuerpo no te sigue, es una putada. Se dice que ya no hay remedio. Ni se busca encontrarlo.

...Brown Sugar...

jueves, 25 de diciembre de 2008

yo, protagonista absoluto


Calma, intento no pensarlo, calma, intento respirar hondo, calma, pero la paciencia se escurre por las llemas de mis dedos. Las caras amables, las de intentar engañar. Las de no pasa nada. Pues me rindo, Sí pasa. Pasa, claro que pasa. Si tengo la otra noche en la cabeza. Si tengo de todo dentro que no puedo sacar a la luz. Si algo que me va apagando por dentro. Por una vez, por una sola, he conseguido aclararme, montarme una peli con sólo un protagonista, ni con dos, ni con tres, solo con uno. He descartado las últimas propuestas y no he caído donde antes me parecia imposible. Pues bien, o me he quedado sin papel o mi peli no es taquillera, o bien tenia demasiadas expectativas.


Calma... no está todo perdido, último movimiento...?

viernes, 19 de diciembre de 2008

En la cabeza

Hace tiempo que no echo un buen polvo. A algunos les he magnificado por mi deseo de hacerlo increíble, por echar de menos alguna que otra embestida, por recordar las mil fantasías que caminan cada noche en mi cabeza. Pero lo pienso, sin quererlo, porque pensar a veces me destruye, y no recuerdo a muchos que realmente me diesen lo que necesitaba. Soy bipolar. Tripolar. Cuatripolar. O vete a saber cuantas facetas y necesidades tengo. A veces creo que nadie sigue mi ritmo. A veces fingir solo me salva del desastre. Ellos se preguntan por qué siempre abandono. Soy una cobarde. Tengo miedo de que alguien me guste realmente. Pobres inocentes. Qué suerte tendrían si fuera eso.

A veces me miro al espejo con miedo de haber reflejado involuntariamente mi parecer. Soy demasiado expresiva. No quiero delatarme, pero voy buscando el placer por encima del amor. Soy joven. Y es difícil encontrar a un hombre que pueda participar de tus desafíos aparte de conceder orgasmos. A veces me gustaría conocer a ese hombre que me llegue a dar miedo.Ese hombre de talante, mirada segura, tono convencido, mano firme y pulso perfecto. Aquel que maneja, que sujeta fuerte, que habla alto, que sonríe y traduce los gestos de mi cara a través de la bolsa que llevo.

Me escondo. Un poco. Porque no se puede ser tan abierta en esta sociedad. Toda la sensualidad hay que decirla al oído en un leve susurro. Es así como se vuelven salvajes. Ahí es cuando una puede estar dispuesta a conocer a alguien.

...Brown Sugar...

lunes, 15 de diciembre de 2008

quiero, quiero, quiero...!


Quiero deslizar mis manos por tu espalda, acariciar tus labios con las llemas de mis dedos, besarte lentamente el cuello, susurrarte al oido palabras prohibidas.

Quiero meterme en tu cama, desnudarte con la mirada, desnudarte con mis manos.

Quiero jugar entre tus sábanas hasta que se haga de día, quiero desnudarme para ti.

Quiero volar contigo lejos, sin movernos de tu cuarto, quiero tararear una letra y que tu me acaricies al compás de ella.

Quiero emborracharme contigo y beber de tus labios de nuevo.

Quiero salir corriendo, pero contigo detrás.

Quiero ver nevar tapados bajo el mismo techo, quiero mojarme paseando por Madrid contigo. Quiero dormirme en tus brazos y que no seas capaz de soltarme. Quiero besarte sin calma y perderme en tus ojos de nuevo.


domingo, 14 de diciembre de 2008

Dónde se fueron las palabras



Donde se fueron las palabras.
Aquellas que iban cargadas de propósitos e impulsos. Aquellas que se confundían entre el sexo y el amor.
En qué momento no entendí la propuesta.
Ya no sé si fue cosa de mi imaginación. No sé si me perdí o te perdiste. No sé qué esperaba. No sé si tú esperabas. No sé si me esperabas.
Dónde se van las cosas que no se tienen al alcance. Dónde quedan los sueños que son utopías. Anoche te quería y ahora tengo que olvidarte. Anoche te esperaba y ahora te abandono.
Dónde van los niños cuando están perdidos. Dónde tocan las manos que perdieron la sensibilidad. Dónde miran los ojos que ven borroso. Dónde se pierde lo que no tenías.
Donde se fueron las palabras que dudosamente se pronunciaban. Y por qué. Y cuándo.
No hay cómo, porque ya lo sé. Solo me interesa dónde.
Déjalas donde alguien pueda recogerlas y pronunciarlas otra vez.

martes, 9 de diciembre de 2008

Me pierdo


Veo el camino correcto y el incorrecto.

Veo el que podría ser y veo el que también podría ser.

Veo el futuro de cuando no hay futuro.

Veo la ilusion. Lo que mi cabeza quiere imaginar. Lo que mi subconsciente quiere anhelar.

Y me pierdo. Hay muchos caminos y no los diferencio si no me precedes tú.

Era mucho más sencillo amarte sin que existieras.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Paso ligero


Mi nivel de exigencia va en aumento.
Y es que dejaron el listón muy alto.
Y es que me merezco mucho más que lo justo.
Por eso creo que voy a tardar en encontrarte.
Y no me buscas. O no me encuentras. Y yo estoy distraída.
Me meto debajo de un paraguas y no me ves.
Me pongo boinas y no me reconoces.
Me voy de un lado a otro y no sigues mi ritmo.
Solo voy en una dirección. No sé quién va detrás.
...Brown Sugar...