sábado, 7 de marzo de 2009

Entre colores y pinturas


Un negro se funde con los colores de las pinturas de cera de la guardería. Pero dentro de todo ese arcoiris entre ojos y rimel, no hay nada de aquella inocencia. Se pierde en cuanto te das cuenta que nadie empuja las carretas si no contienen algo verdaderamente valioso.

Nadie tiene que abrir la boca para pedir lo que necesita. Una mirada, un beso, una caricia. Los dedos tienen la magia de hablar y escribir. Nadie sabe aprovechar del todo su cuerpo porque nunca damos el 100%.

Nunca estamos completamente inmersos en nuestras experiencias. La precaución y el control que nos inculcan nos controla, más de lo que podremos nosotros controlarlo en muchos años. Los colores confunden o hacen exactamente lo que queremos.

Ellos interpretan el color. Interpretan lo que escondemos. Lo que reclamamos. Pero al final del espectáculo, todo el mundo lo único que quiere es apoyar su cabeza en un hombro, y encontrar la boca que tenga un beso preparado en la parte más inesperada del cuerpo.
Entre colores y pinturas, a la mañana siguiente, despertando entre sábanas revueltas, lo que cuenta es la sonrisa y la piel que huele a besos naturales, sin otro color que el del reflejo de otra piel a tu lado.

...Brown Sugar...

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