
Llevaba las uñas de los pies rojas, rojas como el tono de sus mejillas cuando recuerda aquel verano. Si, no fue un verano cualquiera, tenía 18 años recien cumplidos y la inocencia estaba todavia alojada bajo su piel. Fueron varias noches las que forman el recuerdo, una secuencia más bien, noches entre las luces y sombras de un garito de mala muerte, unas copas recien tomadas, y el repicar de unos tacones de punta afilada. Recuerda bien todo aquello, con cierta verguenza, comenzaron a hablar. Él estaba sentado, si, muy sentado en aquel taburete, de aquel bar. Le pidió su número y poco a poco sus idas y venidas, miradas, y besos no dados formaban parte de una rutina nocturna. Hasta que aquella noche se besaron, la besó como no habia hecho nadie hasta la fecha, entonces se fue conjugando poco a poco un no sé que especial, una complicidad entre dos personas completamente diferentes. Ella empezó a sentir y a descubrir cosas que no habia hecho con nadie, y muy lentamente él fue haciendola suya, sin tocarla, sin rozarla, la desnudaba cada noche con la mirada. Cinco años después, y con mil historias más en el bolsillo, siguen guardando esa complicidad, aunque llevada a las manos en muchos momentos...
*just black*
1 comentario:
Me ha encantado este remember :D
Publicar un comentario