
Ni se puede medir en sí mismo.
Los centímetros siempre me alejan de lo que quiero hacer.
No tengo patrón.
Ni tengo con qué medirlo.
Me muevo por las sensaciones y las imágenes desenfocadas.
La percepción de un futuro, que es predecible porque así lo deseo.
Nunca fui de números.
A veces ni siquiera me salen las palabras.
Pero los centímetros,
diez u once,
me separan en letra o en número.
Esta vez no me escondo en vidas paralelas,
simplemente porque
no tengo con qué trazarlas.
Además me quedaría a la mitad.
Mis sentimientos nunca terminan.
...Brown Sugar...
1 comentario:
Centímetros, centímetros, siempre centímetros pero al final las distancias se miden en pulsaciones...
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