sábado, 6 de agosto de 2011

No más drama

Me cuesta admitir los verdaderos propósitos de mis acciones.

Iniciamos un blog para tener una charla a distancia con mis amigas.
Para poder saciar nuestras ganas de escribir los dramas y embrollos amorosos de una manera sana, despreocupada y quien sabe, alguna divertida.
Pero en el fondo de todo eso, solo se escondía (y tampoco tanto)
un desahogo emocional.

Porque hablarle a las paredes no es normal, y no tengo tanta privacidad como para poder hacerlo todos los días sin miedo a que me llamen loca, y con razón.

Ha dado resultado.

Escribir puede que sea mi paso para reconocer muchas cosas.
Me las digo a mí misma muchas veces.
Pero todas esas muchas veces también me ignoro.
Sin embargo cuando me leo, me saben a lecciones.

Tener un pseudónimo ayuda, porque te puedes mojar un poco más.
Aunque llegados a un punto, no hay humedad en absoluto.
No hace falta ser muy listo para saber quién es cada una.

Ahora ya nadie escribe.

Eso puede significar dos cosas.
Uno-No quiero que nadie sepa lo que siento ahora mismo.
Dos-No hay nada sobre lo que escribir.

La mayor parte de las historias son frustraciones o búsquedas. En otras ocasiones, drama.
Si no hay nada sobre lo que escribir puede que sea por una única cosa:


Ya no hay drama.

Todo ha cambiado.
No tengo tantas necesidades.
No tengo absolutamente ningún drama.
Ni ganas de manifestarlo si lo tuviera.

Ahora me dedico a disfrutar.

No hay comentarios: