miércoles, 20 de enero de 2010

Hay quien no puede ir


Entiendo que necesita cariño, o engañarse con otro amor más irreal o simplemente soltar la mierda que tiene encima. Los hombres también sufren al fin y al cabo. A los hombres también les rompen el corazón, y se vuelven vulnerables y susceptibles ante cualquier estímulo. Lloras, con lágrimas atascadas en la barba, disimuladas por manos gigantes alrededor de la cara. No puedo hacer mucho por él. Sufre. Llora. Se violenta. Se enfada. Se ríe sin ningún sentido.
Merecería ser amado, que alguien se tirase encima de él después de ponerse los pantalones por la mañana al despertar, se merecería las buenas noches más dulces, se merecería que le acariciasen el pelo, que le llenasen de besos y mordiscos inocentes en la tez.

Su dolor le impedirá disfrutar de todo eso.

Porque no está de humor, en realidad se engaña a sí mismo hasta que pueda realmente importarle que los besos que recibe son la respuesta de los que da él.

Cuando es de verdad, el contrario se siente empujado por cuidar al que tiene delante. Pero cuando un clavo se cae el agujero es grande y hay que clavarlo en otro sitio.

Y no aquí.

...Brown Sugar...


1 comentario:

blacky dijo...

Hay veces que por mas que trates de clavar un clavo en un determinado sitio, en el que crees más apropiado, éste se resiste, se dobla y sigue sin entrar en el agujero.

No hay más.