martes, 1 de diciembre de 2009

me juegas


Bajo el edredon, ese edredon negro, enorme, y esa cama que sobresale por los laterales del edredón. Puedo sentir el aire frio en los pies, y tu mirada a oscuras debajo de las sabanas, y rozarte con la punta de la nariz los labios, y mirarte desde tan arriba... Un ritmo lento y acompasado, un ritmo que crece y decrece... y no podemos controlar. Me duermo y me despiertas, lo hacen tus caricias invadiendo mi cuerpo y mi piel, desnudando y deslizando por mi cuerpo, me desnudan desde los hombros hasta el ombligo, y juegas con mi pelo y con mis manos y me dejo jugar. Es como el eco de la risa que tenemos al hablar, y las pausas entre cortadas. Como cuando sientas a pon en su piedra y me pellizcas desde Venus...

Me gusta tu forma de teclear y mirarme desde la otra punta de la habitación, cuya distancia es la misma que desde este planeta a Venus... Es increible la forma en la que resuenan tus palabras en esta distancia, el poder de hacer y deshacer y enredar...

Las reconciliaciones saben a lo mismo aunque las manifestemos de diferente forma, los desenlaces de los malentendidos son iguales, aunque por un instante juego a imaginarmelo...

*Just black*

1 comentario:

Brownie dijo...

Muy inspirardor :)