lunes, 24 de agosto de 2009

Las llamadas perdidas


Hola.
Te agradecería que dejases de ser animal de conveniencia. Cada jueves o fin de semana me encuentro una llamada que el destino no quiere que oiga. Se perfectamente que quieres. Yo anduve algún tiempo con la técnica de la insinuación, pero las ex-rubias no somos tan tontas. Ya no quiero atender a esas llamadas a horas intempestivas de la mañana. Tampoco quiero que se me acuse de velas que no tengo en los entierros.

Dije que todo estaba dicho y la verdad es que ya no queda nada más original que pueda decir. No estoy para cuando tú puedas. Retractarse eternamente no va a solucionar la base del problema.

Para pollas andantes seguro que aún me quedará la larga historia de mi vida, pero siempre tú, tiene un final decepcionante. Te ríes de mí y yo no soy comediante. Me tomas el pelo y yo me lo estoy dejando largo. Me mareas.

Si no sabes qué hacer, hay muchas otras actividades alternativas a gastarme la batería del móvil en llamadas a las 9 de la mañana.

Algunas levantamos el país e intentamos levantar la cabeza. Bien alta.
Adiós.

...Brown Sugar...

1 comentario:

*just black* dijo...

la historia de mi vida 2!... levanta la cabeza que muchos se derriten cuando pasas eh... cordobesa!