jueves, 3 de septiembre de 2009

Adios


Hace unos días recibí esta nota,


Hola, llevo mucho tiempo intentando comunicarme contigo, pero has estado tan ocupada que no he sido capaz. ¡Me declaro en huelga! he decidido abandonarte por un tiempo, me voy a tomar unas merecidas vacaciones, y sí, has oido bien, son merecidas.


¿Tu crees que es normal haberme sometido a todos estos meses de presión? Eso sin contar con las obras de doble acristalamiento a las que me sometiste hace un par de años. Conseguiste uno de tus objetivos, utilizarme de aislante. Era muy dificil traspasarme, y es cierto, sólo unos pocos atravesaron mis puertas. El resto se quedaron resvaladizos en la entrada.


Eso sí, también te digo que les costó ganarse mi compañía, porque hija, tienes unos gustos bastante peculiares. No me creía del todo que fueran a ser mis nuevos inquilinos, la verdad que varios de ellos tenían malos hábitos, y no estaba del todo conforme con que me mancharan mi hogar.


Por no hablar de los sobresaltos a los que me has tenído sometido, que si latiendo a mil antes de tus citas, que si histérico en el momento del primer beso, no te digo más en momentos más íntimos que tuve que pedir refuerzos!! Pero ya, la gota que colma el vaso, fueron las decepciones. He tenido goteras, grietas, y no hablemos de que pasé un invierno helado, el frio se colaba por los huecos.


Ahora, que se ha acabado el verano sólo puedo decirte que me marcho por una temporada, ¡no te soporto! no se cuando volveré, no me llames, no me escribas, sólo sientate a escucharme y respira hondo, tienes una temporada larga para recapacitar.


Firmado: tú corazón
*just black*

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