martes, 22 de septiembre de 2009

No te hacen justicia

Una vez un señor se acercó a mí y me dijo dos cosas:
La primera, que no tenía ojos para mi cara, lo cual no supe interpretar bien.
La segunda cosa que me dijo es que tenía buen corazón, pero había hecho mucho daño a los hombres.
Solté una carcajada, porque en parte era cierto. Algunos han sufrido por mi culpa, pero verá usted, algunos también me hicieron mucho daño a mí.
La base de todo ese daño que he causado es culpa del miedo y la falta de seguridad que tengo cuando he de decidir a quién voy a entregarle todo lo que tengo. Nunca estoy segura de que nadie lo merezca completamente.
En otras ocasiones era yo la que no entendía por qué iba a querer alguien compartir su vida conmigo ni por qué mi opinión contaría por encima de otras cosas.
Entonces descubrí que ocurre porque sí.
Casi tanto como ocurre que un hombre interrumpa las conversaciones porque se ve alertado por el mensaje de mis ojos. Y parecía un loco. Pero tenía parte de razón.
Mis ojos no le hacen justicia a mi cara.
Yo no le hago justicia a mucha gente.
Como otra gente tampoco me hace justicia a mí.
Así se cultiva y crece la femme fatale, la que siempre he sido aunque las sábanas me ablanden por la noche. Pero eso sólo lo sabe él.

...Brown Sugar...

1 comentario:

blacky dijo...

hay ciertas cosas que sólo las saben quienes merecen hacerlo, el resto se quedan mirando, intuyendo, o imaginando los cachitos que forman a una persona. En el caso de una femme fatale... mucho mejor que fantaseen!!